Uniendo las Naciones

Uniendo las Naciones

El público era pequeño en el Auditorio Dag Hammarskjold. En la tarde, cincuenta empleados se reunieron en el teatro de tamaño medio. Una nueva Sociedad de Meditación Sahaja se había constituido y aprobado en las Naciones Unidas sólo dos días antes, y ahora los miembros se reunían para escuchar a su orador principal.  

Esta era la oportunidad para un descanso de sus escritorios, reuniones y preocupaciones sobre asuntos globales. Era la ocasión de escuchar las palabras de Shri Mataji Nirmala Devi, una ocasión de mirar hacia adentro. El tema: la iluminación espiritual, paz global y un mundo mejor. Era el 6 de junio de 1990. El lugar de la reunión, la sede de las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York.

Quizás las mentes del personal de la ONU en ese día estaban ocupadas en la promesa de reducción de armas europeas de la Unión Soviética, O quizás algunos prestaban asistencia en el éxodo del personal de la ONU a raíz de otra guerra civil en Liberia.

El mundo parecía lleno de confusión y cambio. El primer aniversario de las manifestaciones y la masacre en la Plaza Tiananmen de Beijing se había cumplido unos pocos días antes. Nadie podía
anticipar cuál sería el pŕoximo acontecimiento.

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Dentro de doce meses, esa misma Unión Soviética ya no existiría. Una nueva mancomunidad de Estados Independientes la reemplazaría. Ya había habido elecciones libres en Rumania después del desmantelamiento del Muro de Berlín del año anterior. En menos de cuatro meses, la Alemania del Este y la Occidental completarían su reunificación. Y en menos de dos meses, Irak iría a invadir Kuwait. El edificio de las Naciones Unidas pronto se convertiría en un lugar aún más concurrido. Ahora era el momento de hacer una pausa y escuchar.

Ese miércoles por la noche, Shri Mataji habló con calma a la audiencia. Su tono era íntimo. Ella eligió sus palabras para satisfacer las necesidades de la audiencia. Y, como siempre, habló en términos que abarcaban a la vez lo global y lo personal. 

MI MENSAJE A LA HUMANIDAD ES QUE TODOS DEBERÍAN TRANSFORMARSE, DEBERÍAN VOLVERSE EL ESPÍRITU, ASÍ ES COMO SE CONOCERÁN A SÍ MISMOS.
.

VERSILIA, ITALIA, AGOSTO DE 2001 

Durante su charla, Shri Mataji habló de la verdad y la necesidad de actualizar la doctrina colectiva de
las Naciones Unidas. Ella habló del papel de la energía Kundalini para lograr esa actualización.

"Hablamos de problemas ecológicos", dijo, "este problema, ese problema, pero no pensamos cómo podemos salir de ellos". Si las Naciones Unidas van a expresarse en realidad, entonces diría que la gente de las Naciones Unidas debe obtener su autorrealización primero, y luego podrán entender lo que son... Hay tantas maneras y tantos poderes que tienen, que pueden usar. Y este es el poder del amor.”

Al final de su charla, ella dió la Realización del Ser. Casi nadie se retiró del salón antes de recibir la experiencia, y de acercarse a saludar a Shri Mataji personalmente. La mayoría se inscribió para las clases de seguimiento.

En la semana anterior a su aparición en la ONU, Shri Mataji había dado charlas similares en Miami y San Diego. A principios de año, había hablado en Australia, India, Italia, Nueva Zelanda, Rusia, Singapur y el Reino Unido. Una conferencia médica en Moscú, conferencias de prensa en Calcuta, Perth, Melbourne, Cairns, Sydney, Bangalore, Hyderabad, Jaipur, Leningrado y Auckland: sus presentaciones públicas del año ya se acercaban a 100 y recién era el mes de junio.

Antes de que terminara el año, Shri Mataji haría más de 200 paradas en 26 países alrededor del mundo. Sus viajes en 1990 cubrieron más de 135,000 kilómetros, un itinerario que la mayoría de la gente consideraría agotador. Pero no se detuvo allí, ya que además de los programas agendados, tuvo innumerables encuentros informales en hogares, aeropuertos, salones y escuelas. Cada conversación, cada discurso era diferente. Pero a la vez igual, destacado por su profundo interés y perspicacia, su humor y amor. Cada charla tenía el mismo propósito. Se dirigía a la necesidad del ascenso espiritual.

Alguien pudo haber dicho: "Sé tu mejor yo", pero Shri Mataji elevó el nivel diciendo: "Sé tu verdadero Ser.”

Y 1990 no fue un año inusual. Desde finales de la década de 1970, pasando por las décadas de los 80 y 90 y en el nuevo siglo, sus viajes y alcance, sus esfuerzos de crear un mundo mejor, continuaron. Sus viajes no fueron muy mencionados en los periódicos, pero no pasaron desapercibidos, por aquellos que buscan la iluminación en un mundo metamoderno.