La conciencia sin pensamientos, es el hermoso primer estado que tienes que lograr. Te dará paz y un estado testigo para disfrutar del drama de la vida, para disfrutar de las diferentes variedades de personas, mientras estás creciendo dentro de ti mismo.

Disfrutas de todo lo que se ha creado maravillosamente. Sin pensarlo. No reaccionas. La reacción es que hay alegría. Qué belleza. No piensas quién lo ha hecho, cuánto costará, nada. Te vuelves sin pensamientos. Y la conciencia sin pensamientos no es más que una sensación de gozo que fluye, una alegría que no es ni felicidad ni infelicidad, sino única.

No puedes describirlo con palabras, pero realmente puedes sentirlo en el interior, esa alegría de ser el Espíritu. Cuando te vuelves sin pensamientos, entonces puedes ver y sentir la realidad.