Acostumbrados a una vida de riqueza y tranquilidad, Sakhubai y sus hijos tuvieron que adaptarse a una frugalidad extrema. Sin embargo, para Sakhubai la educación de sus hijos era esencial y les inculcó un espíritu de sacrificio y compromiso. Cuando ya no quedaba queroseno en casa, debían seguir con sus estudios bajo la luz de las farolas de la calle.

Prasad Rao, el más joven, fue un estudiante particularmente brillante y recibió becas a lo largo de su carrera académica. Estudió derecho y se unió a una reconocida firma en la ciudad de Chindwara. Se casó poco después, pero tristemente, enviudó a la edad de 37 años, con cinco hijos. Aunque reacio, finalmente fue persuadido por sus parientes para volver a casarse, preocupado por el bienestar de los niños.

Había una joven de Nagpur llamada Cornelia Karuna Jadhav, la primera mujer en India en recibir un título honorífico en matemáticas. También fue una estudiosa de sánscrito y era muy versada en la antigua cultura india. Debido a su alto nivel de educación, a su padre le resultaba difícil encontrar un esposo para ella con una educación, si no superior, por lo menos equivalente.

A través de amigos mutuos, Prasad Rao envió una propuesta de matrimonio a Cornelia y a su padre. No fue una decisión fácil aceptar la propuesta de un viudo con cinco hijos. Sin embargo, ella quedó impresionada tanto por su inteligencia como por su fe en Dios y sintió una profunda compasión por sus hijos, quienes se quedaron sin madre a una edad tan joven. Se casaron el 21 de junio de 1920.